swetts & coffee [Rhee MinKee]

Venia del entrenamiento, era una obsesión a estas alturas, me levantaba pensando en eso y me acostaba imaginando que haría a la mañana siguiente, y a penas abría los ojos ya estaba planeando distribuir mi tiempo, pero no solo de entrenamientos vivía mi cuerpo, debía realizar deberes de fotografía y demás cosas. Pero me estaba poniendo rara nuevamente, incluso en un arrebato de rabia me había cortado la palma de mi mano izquierda con la hoja del patín, sumarle más dolor a mi cuerpo ¡que genial idea!

Después de pasar por los vestidores, darme una ducha, mirarme en el espejo los moretones y enrollar un pañuelo en mi mano me pude vestir sin problema. Me recogí el cabello húmedo en una coleta, anude mis zapatillas y arregle mi camiseta de mangas largas por estos días llevaba el cuerpo manchado, ahora si parecía un tigre con rayas negras. Pase los pasillos de la academia sin prestarles mucha atención a las personas y de vez en cuando sorbía mi nariz, parecía que estaba a punto de enfermarme. Casi no tarde en llegar al lugar de mis placeres, casi nunca me entretenía demasiado en la cafetería, pedía comida y me la llevaba a un lugar donde pudiera tomar alguna fotografía pero hoy no, estaba con mi mano lastimada y prefería sentarme en una silla cómoda para comer bien. Me forme en la fila para pedir mi comida, hoy iba a ir en contra de todas mis reglas, pedir algo con chocolate... así que apenas pude ordenar, seleccione casi todos los postres que tuvieran chocolate, la señora que me atendía me miro con cara de susto, ok, era malo comer toda esa cantidad de azúcar y grasa, pero a quién diablos le importaba, solo quería llenarme del dulce amargo. La bandeja se lleno de pudin, pastel, tarta, mousse y una magdalena, mi sonrisa no podía ser más amplia, todo acompañado de una taza de café para bajarle el dulzor a cada alimento. Me encamine a una mesa cercana, solo a unos pasos de la galería de postres, empecé por tomar el mousse y con delicadeza tome una cucharada... mi cuerpo agradeció cada destello de sabor... estaba en eso cuando escuche a una chica pedir pastel de chocolate... levante la mirada y vi su cara de decepción al no conseguirlo, yo me había llevado el ultimo y además tenía otras cosas para comer. Baje los hombros y jugué con la cuchara... ¿estaba mal acaparar todos los postres? la voz de mi padre dijo que sí en mi cabeza, fruncí los labios y me levante.

- tú...- aclare mi garganta, y nuestros ojos se cruzaron, los míos se veían aun más miel cuando la luz les llegaba de frente.- ¿quieres pastel?...- le dije casi como un autómata, no hacia eso por todos pero me pareció que ella también necesitaba un poco de alegría oscura, dulce y amarga. Levante el platillo del postre con la mano envuelta en aquel pañuelo que resguardaba mi herida.-

No sabía qué cara poner, así que solo la mire con neutralidad, era primera vez que le hablaba pero la conocía, una vez le advertí a unos chicos que la dejaran en paz si no querían tener problemas conmigo. Nunca me olvidaba del rostro de las personas pero si de sus nombres.